HACIA UNA CIENCIA ALEJADA DEL DOGMATISMO

¿COMO SE VERÍA EL MUNDO SIN OJOS? 

Valentina Romero 11-02  Colegio Francisco de Paula Santander IED J.T. 
 Grupo de ciencias: Maestros de la ciencia.  Línea de Investigación: Historia de la Ciencia J.T. 
Docente encargado: Armando Herrera

Podríamos “ver” el mundo sin ojos a través del paisaje sensacional urbano visto como un Bosque de símbolos, un espacio lleno de novedades, que a veces ignoramos; el mundo se podría explicar a través de los sentidos restantes, emitiendo señales capaces de indicarnos la presencia de diversos objetos, una realidad construida por cada ser. Leer un símbolo, requiere, algo más que una mirada “rápida y superficial”, sin embargo, a pesar de contar con el don de la vista y de ver el mundo con tonalidades y gamas de colores, pasamos por alto detalles insignificantes pero llenos de valor. Imaginarnos una vida sin vista, es un ejercicio complejo; y más si consideramos que al carecer de ella, un individuo tendría la capacidad de recrearse desde lo sensorial e imaginar cómo sería cada objeto. El carecer del sentido de la vista, nos haría cuestionarnos sobre: ¿Cómo identificar la creación? ¿Cómo encontrar el océano? ¿Cómo serían nuestros sueños y realidades? ¿Cómo sentir nuevas sensaciones desde el tacto, olfato, oído y gusto? Creo que muchas cosas que son importantes gracias al sentido de la vista, no existirían, pues no serían consideradas primordiales. Considero que cada símbolo tiene una esencia que se manifiesta en su envoltura material. Por ejemplo: Las letras que forman palabras actúan como una especie de piel que al ser interpretadas con sabiduría expresan el espíritu del mundo. De éste modo, lo material y lo espiritual – (en cuanto interior desconocido, ya sea un objeto hueco hasta la más compleja especie) – estarían enlazados. Al contar con la vista quizá se encuentre un gran esfuerzo por lograr la unidad entre los universos aparentemente irreconciliables. De ésta manera la sensibilidad de correspondencias entre pensamiento e imaginación, entre símbolos y sus significados, entre la naturaleza y los hombres; daría paso a la síntesis entre razón e intuición, entre pensar y sentir; y cualquier par de opuestos. Al adentrarse en el mundo de los símbolos, “La belleza” se podría entender como algo ardiente y triste, algo un tanto vago, que dejaría de lado la conjetura de Alegría y Melancolía. El cerebro-mente (relación dada por Morin) trabajaría como un espejo mágico (algo hechizador), capaz de actuar en el medio y sobre si mismo; desde esta perspectiva, existiría un tipo de belleza donde no se encuentra desdicha, sólo variados caminos por recorrer. Las Costumbres y objetos que actualmente consideramos esenciales, serían totalmente diferentes, la independencia de una raza sin estigmas, sin prepotencia, sin doctrinas, sin esquemas, sin guerras internacionales, sin publicidad, sin términos universales, sin tendencias absurdas que seguir, sin tratar de impresionar; todo eso se suplantaría por la sencillez, el agrado, el sabor de vida desconocida, el amor a los sonidos, a los olores, al tacto, sed de verdad y miles de preguntas jamás planteadas. Se desconocerían los colores dulces de la primavera, pero darían ansias sus olores y texturas; se desconocerían las nubes calientes y los océanos temerosos, pero daría paso al deleite de los sonidos y temperaturas de los mismos. Al carecer de la vista podríamos concebir al ser humano listo a emprender nuevas aventuras, capaz de contemplar sensaciones totalmente distintas a las que conocemos; de igual manera el uso de otros sentidos permitirían que al explorar un lugar, percibiéramos cada sonido, textura, olor, sabor; las maravillas sensoriales, convertirían nuestras sensaciones en pasiones, entenderíamos un poco más a la naturaleza y no la obligaríamos a hablar a partir de las explicaciones reduccionistas de la ciencia basada únicamente en la observación. Para finalizar considerar al hombre carente de su armonía visual, desde antes que naciera, podría permitirle, sentir lo bello en situaciones que actualmente asustan, la oscuridad de cuevas como pasillos y no como guaridas de temor, la vida como pregunta no como respuestas dadas a cada quién, avalanchas hechas música no catástrofes, el arte y ciencia nueva como vida diaria no como estudios específicos, las palabras como prosa no como insulto, la familia como misticismo no como lejanía, la naturaleza hecha para admirar no para destruir, el hombre como ángel creativo no como una máquina.

Comentarios